Se dice que la víscera más sensible es el bolsillo. El nivel de deterioro de nuestra economía ha llegado a tal situación que afecta a la gran mayoría poblacional. El circulo antivirtuoso se ha puesto en marcha, “derramando” pobreza por doquier (consumidores, comercios, proveedores, empresas, etc). Todo lo contrario al crecimiento pretendido y anunciado desde los albores de esta política económica. El desconcierto ha ganado la calle y es canalizado en términos civilizados a través del voto bronca o cualquier otra variante dentro del marco democrático. Nuestra sociedad, a excepción del voto en blanco por la proscripción peronista luego del 55, no tiene una cultura para ello. Las estadísticas electorales conllevan  a que cuanto mayor era la desazón hacia la política/politicos, fundamentalmente jóvenes, dirigen su voto hacia la izquierda, como una fuente aún no corrompida... . Ni en sus mejores sueños Zamora podría haber vivenciado un 10% del electorado porteño, ni hablar de las estadísticas ( ¿ no será hora de revisar el nivel de la muestra significativa?¿ O es muy cara? ). La gente optó por el descreimiento con el voto bronca y avalar a quienes tenían cierto halo de honestidad. Hasta Beliz quedo sorprendido, en su doble condición de honesto y peronista con un resultado porcentual superior al pronosticado.
No resultara sorprendente que en la Capital halla ganado el voto bronca. Recuerdo que en un alarde de conocimiento político adherí convencido que cuando este en juego una elección ejecutiva, los porteños votarían por los partidos tradicionales. Esto con relación al sorprendente triunfo del Frepaso en las elecciones a constituyentes del 94. En el 95, el Frepaso ratifico el triunfo por un porcentual aún mayor que el anterior. Erré fiero. Por cercanía al poder, nivel económico, cultural e información, esta ciudadanía “privilegiada” es la que primariamente cataliza los sucesos que acontecen en nuestra sociedad. Una lectura correcta no puede remitirnos a estadísticas electivas anteriores, ya que los contextos han variado continuamente agravándose,  en el ejercicio democrático.
Si queremos una lectura reduccionista la tenemos en la mayoría del arco político frente a tal voto: el descontento al modelo económico vigente, que evidentemente ha fracasado. Con una breve advertencia hacia los políticos corruptos, que no son ellos. Terragno capitalizó el descontento al modelo, asumiendo el rol de victima al ser desplazado por no compartir tales políticas económicas. Sumémosle que no ha sido salpicado por hechos de corrupción y denota cierto grado de intelectualidad ¿ lo votaron los radicales y algunos aliancistas aún esperanzados? Personalmente, tengo mi opinión formada del mismo, dado que en la cancha se ven los pingos. Su accionar como Ministro Alfonsinista fue intrascendente y coparticipe del desastre del mismo. Ídem como fugaz presidente de la UCR. Carrió, en reportaje preelectoral, le decía que los radicales lo usaban por su prestigio, pero no lo querían. Siempre sospeche lo inverso: que su inserción – no es de la primera hora, residía en  las Europas - en el partido radical en los ochenta, fue producto de un análisis de sus posibilidades electoralistas, que recién ahora dieron sus” frutos”. Pero su aspiración evidente es el sillón presidencial. Es un hombre con escasa asimilación de experiencias vivenciales. En otras palabras no tiene calle, letal para sentarse en un sillón de tal naturaleza (Dios nos guarde). El huracán Carrió fue una suave ráfaga. Por suerte los porteños aprendieron a no darle crédito a los medios y sus fugaces héroes políticos, que hace unos años atrás arrasaron las urnas con sus votos y hoy ya no están. Las declaraciones publicas como que es un gran avance por el caudal de votos partiendo de la nada, no se lo creen ni ellos que soñaban con capitalizar el descontento aliancista. Igual para las aspiraciones del POLO SOCIAL del Padre Farinello. Francamente no tengo información adecuada para interpretar el porque de un fracaso, cuando tenía la posibilidad de desplazar a Alfonsín cómodamente ( no se si a Duhalde). Conjugaba factores importantes para la ciudadanía: honestidad y crédito por su acción comunitaria cotidiana. Puede ser que este muy verde para pelear en las reglas del juego político o su mensaje anticavallista no prendió, o sus acompañantes no estuvieron acorde a las expectativas originales. En fin sería digno de un análisis productivo para el futuro. Personalmente recibí constantes mails de internautas de todo nivel para contactarse con el Padre, entusiasmados con su propuesta que implicaría anticorrupción. Valorando su obra le asigne un espacio en mi sitio desde el 99, siendo el motivo de tales contactos. Es más, intenté acercarme al Polo. Tanto por su finalidad como por no ser un “partido” político, pensando en hacer un aporte diferente y complementario a los grupos políticos que merodeaban al mismo, sin respuesta alguna. Duele que una sociedad en que ser honesto y solidario es un bien escaso, se dilapide una oportunidad de tal naturaleza.            
Podría decirse que Duhalde ha sido el ganador, envalentonándose con un proyecto de crecimiento frente al veredicto de las urnas como contrario al modelo ¿ No fue este el vice del vapuleado Menem? ¿ No generó el déficit actual en la provincia en su mandato?  Ni en  Educación, seguridad, salud, etc. tuvo algún destello de capacidad para vislumbrar un gran gobernante, luego de muchos años al frente del Ejecutivo Provincial. Una lectura causal sería: resabios de clientismo, voto cautivo del PJ, reivindicación ante el que fue elegido por él, una luz de esperanza ante su modelo económico alternativo, etc.
En fin todo este proceso eleccionario debería ser analizado seriamente. No precisamente por los políticos o análisis periodísticos fugaces y/o interesados. Los cuatro millones de votos en blanco/impugnados, ganando Capital y Santa Fe; el vuelo corto del ARI, Farinello; el resurgimiento de Duhalde; Zamora, el incremento del voto de izquierda; requieren una lectura correcta, no simplificada, que obviamente implica un relevamiento post-eleccionario social trascendente.

Si las circunstancias socio-económicas se mantienen, ni hablar agravarse, el 2003 nos deparará con otra impensada sorpresa electoral...   Un interrogante: la bronca es contra el modelo neoliberal, receta universal for export de los países desarrollados – por supuesto no aplicable en sus fronteras si perjudica a sus habitantes- o la falta de sensibilidad  e imaginación de nuestros políticos ante tal crisis, que no pueden vislumbrar más allá de ese salvavidas de plomo del déficit cero, que evidentemente crea más recesión. Ningún político o economista puede asegurar una receta milagrosa, incluyendo la intelectualidad nativa. Ni aun la sociedad puede percibir un rumbo que nos saque de este desmadre. Un empresario top argentino, aludía que cualquier proyecto a encarar debe contar con los recursos humanos adecuados, so pena de ir al fracaso. Adhiero.

¿ Nada por hacer ?

                                                         aaaaaaa (Solidaria e Idónea),www.redsoleido.com.ar Aportes e interrogantes ciudadanos
                                                                Número 013          del  29/10/01                -  
Francisco Alberto Scioscia    ANIM113