¿TITERE con o sin cabeza?

   

          Tanto el lapso entre los resultados de las PASO e igual para las primarias y balotaje si hubiere, representa un mar de conjeturas periodísticas de las más disparatadas, desafortunadas, hipotéticas y aburridas. Tendrían que adelantarles las vacaciones a los periodistas políticos hasta que asuma el nuevo gobierno, cuando se tenga información “fehaciente”. Nadie recordará los yerros en que incursionan, pues como se dice “entre bomberos no se pisan la manguera”… (perdón por la digresión, pero cansa tanta inconsistencia).

Fuera de la timba de confección del nuevo gabinete, fisuras en el perdedor, y supuestas políticas económicas en los primeros meses del flamante gobierno, la controversia preminente en estos aciagos días previos a la asunción es si Alberto FERNÁNDEZ es o será un títere, digamos sin cabeza, de la reina madre Cristina. Profundiza aún más el temor al regreso de ésta representado en el 40% del electorado. Las consecuencias en la oposición que generan un dislate: creer que Macri – él y su entorno duranpeñabarbistas- es el portador de valioso porcentual, que corresponde a la realidad social antiperonista, o mejor antiK (Gato estas muerto, tuviste tu oportunidad y fallaste). La elección del futuro presidente 2023 o 2027, del nuevo jefe del bloque unificado del peronismo en el recinto de diputados del supra idóneo Máximo Kirchner y el control del senado por la vicepresidente electa/jefa provisional del senado por una camporista (en línea de sucesión presidencial), y el jefe del bloque de senadores por un referente del Infranismo (Sagasti/Mayans respectivamente), francamente da para el pánico, a propios y opositores. Sumémosle las versiones de bolilla negra a determinados peronistas ministeriables como ser Redrado, Randazzo, etc. que pululan por los medios y negadas por el entorno del Presidente electo.

Para salir de tal susto, pensemos que cada uno de los nominados finalmente tiene un voto, NO el poder de decisión del total del bloque respectivo. Solo pueden tratar de imponer la visión K, pero negociando que NO es el fuerte de los mismos, incluyendo el manejo político que los llevo a la derrota del 2015. En fin, presos de su propia rigidez conceptual, tanto con los de su propio partido como con los numerosos opositores, ya que no tienen mayoría para transformar una ley en un simple trámite como otrora. Hasta puede ser que resulten ajustados a la cruel realidad del presente, sin desvaríos del ir por todo o limitando al que tiene la lapicera (esta es el verdadero atributo de mando y no se agota). Nadie puede limitar su firma aun contradiciendo a su Vicementora, aunque después pueda ser una situación social similar a la de nuestros países vecinos, fogoneada por la traición, que creo no estará muy lejana (preguntarle a Duhalde). El Alberto tendrá el apoyo de los peronistas antik, lo antiperonistas y los independientes, SI es que lo firmado resulte coherente, sea por medio de un decreto o enviado al congreso como proyecto de ley, o el más expeditivo: decreto de necesidad y urgencia (DNU)… El tiempo dirá si fue una jugada politica magistral de Cris el haber designado a un funcionario como presidente (a ella no le iba a alcanzar, como no ganó en el 2017), o un error político para la extinción del kirchnerismo.

Nos hemos resignado ante tantas barbaridades en nuestra reciente historia, que cualquier insurgencia K + izquierda de siempre, no llegará a buen puerto. No tendrán el apoyo masivo de la ciudadanía, ni fuerzas de seguridad internas/externas que tenderán a compensar tales rebeliones y me atrevería a incluir la actual Corte Suprema. No olvidar que muchos de los miembros del peronismo unificado fueron antiK sin duda alguna. Algunos por conveniencia no lo afirmaban -léase nivel provincial/municipal - otros por convicciones como ser Frente Renovador (incluye al presi electo), y que perder los votos de Cristina hubiese sido un desperdicio fenomenal para los políticos del PJ que se unieron parcialmente para combatir eficazmente al desastre macrista. El poder está en la idiosincrasia peronista desde sus orígenes.

Espero no equivocarme y el deseo de éxito del nuevo gobierno, que tanto necesitamos los Argentinos sin distinción de banderas…

 

                             Gracias por su atención.

 

Francisco Alberto Scioscia

 Aportes e interrogantes ciudadanos, (número 105 del 25 de noviembre de 2019) .-                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

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