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   Aludía en la nota inicial de la sección ¿ Combatiendo al Capital?
  que aun no conociendo en detalle la teoría de Darwin, estimaba que siendo un hombre
  inteligente, se espantaría de las traspolaciones de la misma al
  funcionamiento del mercado (seleccionando y premiando a los
  más aptos), tanto por
  no ser de alcance humano como lo limitado para su época de los conocimientos
  que hacían factible la evolución descripta. 
  Francamente, su doctrina la he inferido de otros autores. Pero siempre
  sospeche que la misma había sido ajustada a los parámetros del liberalismo
  para cerrar sus postulaciones. La
  supervivencia del más apto en el mercado equivale a una autorización a actuar
  como "asesinos naturales". Pero fundamentalmente a actuar como
  tales coyunturalmente, cuando tal proceso es histórico. Es decir, traspolar
  algo diacrónico en sincrónico, lo cual lo desnaturaliza. Mi
  desconfianza surgía de que los estudios de Darwin eran precedentes a
  este siglo que culmina, en que numerosos ejemplos suscitados en el mismo
  contradecían tal postulación, además de los avances científicos en la
  conducta del hombre.
  Es decir, estimo que hay nuevos hechos y conocimientos que requerían una
  cosmovisión diferente a  Sorprendentemente, por lo menos para mí, nos
  encontramos con una revisión de su doctrina elaborada por una de las
  estudiosas inglesas de la misma que estuvo releyendo a Darwin durante
  los últimos veinte años. Me refiero a Helena Cronin, 57, filosofa, cientista social
  y codirectora del Centro de Filosofía de Ciencias Sociales y Naturales de  Un poco tarde llega a nuestros medios. Esto se publicó el domingo último
  (7/11) en el Suplemento Económico del
  diario Clarín (página 15),"leer" . Esta
  reinterpretación darwiniana se sostiene en que la mejor adaptación al medio
  esta mejor representada por la generosidad de espíritu que por el
  individualismo a ultranza. El
  verdadero Darwin enseña que tal vez los paranoicos sobrevivan, pero que solo
  los altruistas y generosos tendrán éxito (pronoicos
  ).
  Sería más fácil prosperar entablando relaciones reciprocas de colaboración y
  generando una nueva regla: cuando
  más se da mas se obtiene,  espantando a los propulsores
  del egoísmo e individualismo fomentado en las ultimas décadas como la "verdad revelada". En su exposición en Davos, da mucho
  ejemplos de empresas que dan para recibir rompiendo con los patrones
  existentes (American Online, Linux, Don Norman ex Hewleet-Packard, etc.). E Internet como el nuevo ámbito
  donde germinará el don del altruismo, dado su capacidad creativa.
  Agregaría
  fundamentalmente porque no tiene dueños y esta en manos sociales que exigen
  otras conductas que las individualistas/egoístas dominantes en el mercado no
  electrónico. Esta exposición implica un cuestionamiento de los
  paradigmas del liberalismo, pero sorprendentemente no teórico sino práctico. Esa empresa - creo
  que es Micro Sun- que
  obsequia un software similar al Oficce 2000 de Microsoft, ha obligado a
  revisar toda la estrategia de Bill, incluyendo sus costos (esto
  reconocido por Microsoft, no inferido). Y no solo a este, el hombre más rico
  del mundo. Esa "verdad
  revelada" de hace un par de años ya no lo es tanto.
  Pensemos que en otros siglos Internet hubiese sido suprimida de un
  plumazo por el imperio dominante (obviamente por sus parámetros de fuerza).
  Esta ha pasado a la historia, no porque no se la quiera utilizar, sino por
  que no se la puede implementar. El mercado no es ni Bill Gates ni Andy Grove (Intel) - de aquí para abajo todos los
  grandes empresarios- esta constituido por las masas que
  adquieren sus productos, se expresan y aún más por INTERNET y que
  casualmente votan. La inteligencia humana - buscando nuevas soluciones a los problemas
  existentes- es la que predomina sobre la fuerza. Aquella no es patrimonio de los ricos, sí así fuera sería el fin de la
  historia y no su amanecer. La evolución humana nos indica que la
  coexistencia de ideas dominantes totalmente opuestas como las expuestas - increíblemente sobre la misma
  doctrina- emergen una síntesis productiva de ambas. El hombre
  es un ser transaccional por excelencia. La virtud el punto medio entre dos
  extremos. Es decir,
  mas que hallar el gen altruista que desplace al egoísta, debemos emprender
  una cruzada para convencernos de que solo en el bienestar general lograremos
  el éxito individual. En otras palabras que los humanos nos realizaremos en
  una sociedad que lo logre. Pero no simplemente que
  nos transformemos en buenos - mayoritariamente somos mezquinos- sino que tal objetivo "nos
  conviene" y es compatible a la seguridad de la especie humana.
   Uno de los postulados de esta teoría del Don
  esta basada en antiguas nociones tribales en la cual aquel es igual a una divisa, no a
  una propiedad. UN
  DON DEBE PONERSE EN CIRCULACIÓN. Personalmente
  nunca antes me había atrevido a publicar algo de lo cual estaba convencido
  íntimamente: que el
  mayor grado de inteligencia humana registrase en quienes teniendo un alto
  nivel intelectual/emocional pone el mismo al servicio de la comunidad
  (bah! diría que si no lo hace no es inteligente).   
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