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Argentina se ha “normalizado”:
estabilidad social, baja del desempleo, hiper controlada, dólar en baja,
acuerdo con FMI, perspectivas de perfil exportador, cronograma electoral
y de asunción del PEN electo ¿ Qué más
podemos esperar? Tan solo hace un año atrás esto era impensable.
Algún duhaldista acérrimo sopeso que era la hora de
continuismo. Gracias a Dios las encuestas sirven, más allá de las
palabras empeñadas. Los argentinos parece que nos cuesta aprender de las
experiencias pasadas. Cuando un gobierno asume en el caos, con solo hacer
buena letra en lo técnico-administrativo y postergar las apetencias electorales
hasta su momento, bastan un par de años para establecer orden, sumémosle austeridad
( y/o la hipótesis del filosofo
Barrionuevo).Luego se requieren otros factores de los cuales,
nuestros anteriores gobernantes, no
los llevaban en su mochila ( elija Ud. cuales...
quien suscribe es exigente).
Habría que agregar al interrogante
expuesto precedentemente: para estos políticos? Los mismos que la sociedad - en su gran
mayoría- denostó exigiendo que se vayan todos... Primero con el voto
bronca de las elecciones de octubre ( se hicieron los
desentendidos) y luego con las trágicas manifestaciones de
diciembre del 2001. Para hacerlo efectivo se requieren las formas y los
reemplazantes adecuados, con la euforia no basta. Habría que haber
apuntado al cambio de las reglas de juego y no a los dirigentes. Estos
tienen una máxima lamentable: “siempre que llovió, paró”. Peor aún, se refortalecieron, dado que han recuperado su
"autoimagen" distorsionada, como cuando se movían a sus anchas, con
los márgenes impuestos por esta realidad acuciante. Una sociedad que no tuvo, no tiene, interlocutores sociales válidos que
brindaran una lectura adecuada y no sumarse a la simplificación como
incurrieron los “brillantes periodistas nativos” como la ausencia de nuestros intelectuales.
Reitero mi acusación a éstos de pusilánimes ( por perder sus
ingresos, con demasiados del erario) y desentendidos ( fingir como que no
entienden). Ambos, redujeron esta hipercrisis a que
nuestros dirigentes son todos ladrones. Así era sorprendente observar en las
asambleas y reuniones pro-partidarias que debían reemplazarse por otros que no
fueran a robar y se daba por sentado que el problema nativo estaría resuelto.
Escasas ideas, pre-conceptos perimidos de izquierda y mucha, mucha bronca.
Las emociones no son las mejores acompañantes para sustentar operaciones
productivas...
Tras la renuncia del Adolfo,
luego de un acuerdo multipartidario se designó al actual presidente, ya no
provisoriamente sino hasta concluir el mandato vacante. Aunque siempre lo
critique por su mediocre gobernación - no descolló en ninguna área de
gobierno- siempre transmitió mediáticamente una capacidad de conducción,
denotada en la inexistencia de crisis severas en su provincia. No olvidar que
la crisis provincial pos Duhalde, fundada en un severo déficit, fue
producto de su gobernación pro-presidencial
y no de Ruckauf... Además de no
haber otro que pudiese tener tales requisitos, indispensables para pilotear esa
tormenta y ser un precursor de la unidad nacional como esbozó al inicio de su
gestión. Sin comentarios. Bueno, uno: los hombres no deben ser
juzgados por lo que dicen-trasuntan, sino por sus acciones. Evidentemente
tengo que dejar de lado mis aspiraciones como ciudadano. Las mismas me llevan a
establecer ponderaciones que son expresiones de deseos y no realidades. Humanos
y Argentinos somos... ( ansiosos de un mañana positivo).
Así omití aludir que Lavagna me resultaba un tipo potable ( desde sus incursiones precedentes) y francamente lo fue,
dándole coherencia desde su ingreso a este gobierno, aportando lo aludido al
inicio: orden, austeridad y para no ser malos un poco más: prudencia,
coherencia e instrumentación; un lujo comparativamente.
Es una lastima que estos pro-hombres que nos gobiernan, tan
absorbidos por esta crisis inusual no hayan podido dedicarle un tiempo a
generar las reformas del acceso político que la sociedad demanda. Ni por
supuesto escuchar- no sé si hablaron - a la comisión creada a tales
fines (¿?), o fomentar nuevos
partidos o por lo menos una renovación. No olvidar la ”trascendencia”
de que la gente podía votar libremente en las internas abiertas, a ellos
mismos, meses antes denostados mayoritariamente. El ministro del Interior
cree que somos pelotudos. No. Simplemente impotentes y frustrados
que se incorporaran a los del 70 con el intento “revolucionario”
peronista, los de los 80 con que la democracia da de comer y los
complacientes del 90, que se sentaron a ver como se destruía el aparato
productivo nativo, más allá de una calificación del mismo, al son de los
paradigmas neoliberales, la globalización, la caída del muro de Berlín y
el fin de la historia... Así llegamos a esta hecatombe. Ciertamente han
creado una masa critica
intergeneracional de futuros indolentes políticos, base de subsistencia de
estos funestos dirigentes que nos gobiernan o gobernaran. En fin, como se dice últimamente: nos “empomaron”, suave y progresivamente ¿ Tiene alguna duda? Algo para revisar... no somos ajenos a ello.
Hoy incursionan en su
juego predilecto: las internas partidarias, que pueden defenestrar la mejor de
las intenciones de sus afiliados con un simple ejercicio de
"fuerzas", que se sobreponen a las ideas y virtudes. Pero la realidad
es más fuerte: ya no pueden ser controladas. Si los radicales que juegan
por el último puesto, llegan al papelón presente, ni hablemos del PJ del
cual saldría el nuevo presidente. El grado de descomposición institucional es
general. Así que derivarlo a la Justicia pro-menemista será un paso inmediato
para los perdedores. Debería hacerse como la súper-democrática FIFA: prohibir a sus
entidades federadas recurrir a la justicia so pena de ser desafiliados. Así
llegaríamos al 25 de mayo con un nuevo presidente con cierta holgura... O mayor
trajín para el Sistema Judicial y dosis de imprevisión, tan nativo.
¿ Estos
muchachos creen que estas componendas - detestadas socialmente -no
tendrán un voto bronca, más allá del abrazo del Oso Duhalde? Aunque sea Kirchner,
bien visto por sus antecedentes como gobernador productivo y tener una buena
acogida por los peronistas -afiliados o no- de la provincia de Buenos
Aires ( definitoria de cualquier elección). Hace meses atrás, al remitirle a su cónyuge la
Senadora Cristina Fernández, una copia de la reforma
pública que el suscripto editó digitalmente, no
pude omitir hacer unas consideraciones de los riesgos del proceso interno
partidario y algunas reflexiones criticas
sobre el gobernador en un tema
puntual. Aludía que la sociedad estaba harta de las
componendas partidarias y sus enjuagues evidentemente tenebrosos. Que más allá de las estructuras se requerían hombres que
bien vistos socialmente como su marido – tan escasos- patearan el tablero y satisficieran las
demandas sociales, más allá de los partidismos o ideologías. Escudarse en que
un tipo cercano a la izquierda no podía aliarse a López Murphy, otro
reconocido socialmente, es desconocer el grado de deterioro de las
instituciones nativas. Estas requieren en una primera fase - que puede
llevarle más de dos años- hombres probos que actúen con transparencia
e idoneidad, privilegiando los intereses generales, aunque sea
por el mandato que los elijan. Esto excede cualquier ideología, solo se
requiere criterio y prudencia. Ulteriormente se podrán asesinar
entre sí o aprenderán definitivamente a confrontar y disentir,
más aun cuando los objetivos son unívocos como lo es el del bienestar
general. En fin, cimentar sólidamente las bases institucionales para
un futuro promisorio de un país que cuenta con recursos suficientes y
que impida repetir las experiencias acaecidas en nuestra historia. La
sociedad eternamente agradecida.
Restaría
aludir que Kirchner vislumbre con mayor alcance que quien suscribe. Que
se asegure una base de votos mínima, cautiva del aparato peronista y vaya por
más, optando por una propuesta similar a la expuesta precedentemente, sumando
al aludido ex-radical, Lavagna, Juanjo Álvarez, ya Beliz, y
algún otro, que estime confiable y/o no
sean tan notorios, conformando un gabinete productivo. Complementaria e
imprescindiblemente, se deben incorporar en niveles técnicos, diría desde Secretarías,
hombres del mayor prestigio profesional en las distintas áreas,
independiente de su ideología. Estos recibirán todo el apoyo ministerial para
delinear políticas de estado factibles, idóneas y consensuadas con los
actores sociales respectivos, so pena del fracaso de las mismas. Así,
con tal propuesta, podrá canalizar tanto el "voto bronca" como el
dirigido a la izquierda por no ser satisfactorio ningún candidato y no
adherir por convicción al voto en blanco.
Es
hora de la sensibilidad social e imaginación productiva.
( Solidaria e Idónea )
Aportes e interrogantes ciudadanos
Número 034 del 18 de enero del
2003. www.redsoleido.com.ar .
Francisco Alberto Scioscia