Entramos a la recta final del proceso electoral que se concretara en este mes de abril de 2003. Paradójicamente, tras la mayor crisis vivida por los argentinos, es correlativa a la apatía ciudadana, en la cual me incluyo ¿ Desinterés? No: impotencia. Del "que se vayan todos”, avalado por la gran mayoría de los habitantes, a una nueva irrupción de los que saben muy bien que siempre que llovió, paro. Simple, muy simple pero efectivo. Ningún hombre ni organización pudo capitalizar la sinergia que generó en la ciudadanía la eclosión de sus desaciertos. Los políticos, "sensibles" a las demandas ciudadanas, hicieron su aporte: elecciones internas simultaneas/abiertas, limites presupuestarios, recortes en los aportes extrapartidarios y del lapso de campaña. Nada más ni nada menos ¿ Que más se le podía pedir a estos mediocres gobernantes que nos llevaron al frustrado que se vayan todos? Debemos aclarar, tal mediocridad para gobernar pero eximios en mantener su poder. Además de tomarnos de boludos, las pruebas de tales reformas han sido un fracaso. O no las pudieron/quisieron implementar como en las nacionales, o el irrisorio efecto en la provincia de mayor número de votantes. Este es un dato importante, dado que les quita argumentos a aquellos “lentos” que luego insistirán en sus bondades. Va a ser muy difícil omitir tal fracaso: en el PJ los votos emitidos no superaron el 10% del padrón. Entre los canditatos postulados en los cargos, familiares directos de los mismos con edad para votar, obsecuentes y allegados que podrían beneficiarse, deberían haber superado ese patético volumen de votos.  Cosas de la Argentina, que algún historiador rastreara para poder develar tal misterio...

            ¿ Nada ha quedado de positivo de esta crisis? Evidentemente un pensamiento circula silenciosamente en la  conciencia colectiva de los argentinos: nunca jamás votar a un radical para funciones ejecutivas. A los progres del Frepaso les costará muchísimo tiempo sacarse esa mancha de ser ineficientes que le tiraron los boinas blancas. No es terminal como para la UCR, pero será sumamente difícil limpiarla... Por ahora no hay producto que lo pueda hacer. Quienes tengan ambiciones presidenciales en el partido de Alem, deberán emigrar como López Murphy y Lilita. Terragno lo sabe, pero es tarde. Igualmente no podrán sacarse el fantasma de su falta de operatividad, legado de sus orígenes. Reitero que generalmente, quienes poseen capacidad de conducción ejecutiva, trata de hallar en su ámbito alguna actividad propicia para su desarrollo. Diríamos que esta en su naturaleza ejercitarla desde su adultez. No nos engañemos: la probabilidad de que alguno se transforme en un  ejecutivo productivo en el ejercicio del cargo electivo es nula, o mágica.

            Así nos vemos con que el 50 % de la ciudadanía se vuelca al paladín de la gobernabilidad : el PJ.  Para los que fuimos peronistas, no solo por sentimiento – no es mi caso- sino por identificarnos  por su incuestionable defensa de la dignidad del trabajador, nos queda la fantasía de un rescate actualizado de lo actuado por su fundador y Evita, transformada ésta en un icono mundial por su lucha por los desposeídos.  Cuestionados hasta el cansancio por sus detractores, pero no por los hechos realizados- impensados para su época- en infraestructura, duplicación del presupuesto educativo e integrándolo al trabajo productivo, como llevar a casi 50 veces el de salud. Estos datos, trasuntados en obras y procesos, exceden tanto a los a  los evidentes errores de su propia gestión como la eventual acusación de clientismo. Su trascendencia aún persiste en la memoria colectiva. Es más, tenemos que en esta ocasión los que se propugnan por el justicialismo tienen en su haber gestiones precedentes exitosas en sus provincias, remarcando el desastre del accionar de la Alianza. No omitir ventajas comparativas con otros gobernadores, vía regalías o promociones, que no desmerece una buena gestión.  Hasta Menem se da el lujo de hablar maravillas de sus mandatos presidenciales, acusando a sus sucesores del desastre ocurrido. Peor aún, que muchos jóvenes les parece que en el primer lustro de los 90, argentina era un paraíso comparativamente a este presente. Algunos hasta aluden que volverá el 1 a 1 y otros que si hubiese seguido no hubiese pasado este desastre, como si el no fuese el padre del desmadre presente al destruir el aparato productivo nativo, independientemente de la ponderación del mismo.  Generalmente los jóvenes que votaran por él, no están informados adecuadamente. Son parte del desconcierto general que nos involucra a todos. Personalmente creo que privará el sentido común y son más los que no votarían a Menem por nada del mundo, por aquellos que añoran un pasar mejor cercano, fundado no en el trabajo/producción sino en un gran negocio financiero y de servicios, que agotado, nos condujo a este presente.

            Generalmente los ciudadanos, centrados en sus propios problemas - mucho más actualmente- no hacen cursos de cosmovisión política sino que las padecen y sacan sus conclusiones. Pero también la esperanza de un mejor futuro que el que nos toca, como un derecho no un error de información. Pero estimo que es más fuerte lo pasado en las ultimas décadas democráticas, que resultará difícil “comprar” ilusiones, como las que pretende establecer el Adolfo. No están los recursos, tanto los humanos en sus equipos técnicos ni financieros externos – los aplausos a su default son lapidarios-  para poder cumplir sus promocionados planes de gobierno. Su mini-gestión no puede evaluarse por su propia exigüidad. Sus aliados actuales, como Posse y Rico, hablan por sí mismo: nos indican que es más - mucho más por la calidad de aquellos- de los políticos que nos llevaron a esta hecatombe. 

            Nos resta Kirchner. Quienes estamos informados sobre política tiene una buena imagen en las clases medias: sobriedad, gestión, nivel intelectual. O como dice Ditella: es la izquierda decente del peronismo. Debería ser suficiente. Nada que ver con su padrino y sus huestes. Estas ven con recelo su promoción externa a sus dominios. Estimo que el santacruceño, que no tiene el aval de todo el peronismo en el territorio provincial y en el nacional, esta en una búsqueda de convalidación de dirigentes peronistas de fuste que garanticen sus votos. Ya tiene el abrazo del oso Duhalde, con su gobierno de traslación – no de transición como pretende- llevando todos los problemas de trascendencia a los gobiernos que le sucedan ( deuda interna, externa, cambio, desempleo, asistencia social, etc). Con esto le basta y sobra, como para asociarse a otros que son “vistos” socialmente como coparticipes de la Argentina de hoy. Cada voto que ganaría en los cuadros políticos del peronismo en ejercicio, serán restados de los votantes independientes y en mucho mayor proporción ¿ Cuantos votos ganará en Buenos Aires? ¿ Los que fueron a las internas? El terror a no contar con el aparato partidario y tener que negociar públicamente con los mismos, actúan como un  pésimo mensaje para la ciudadanía, harta de componendas a sus espaldas. Una lectura actual nos indica que el voto cautivo es exiguo, comparativamente al de castigo que aún no decidió a quien poner su sufragio. El desinterés demostrado es reversible. Ciudadanos ávidos de un mensaje transparente y veraz, lejos de las reglas políticas del presente. Las especulaciones pueden llevarnos a una terrorífica opción :  Menem o Rodríguez Saa para la segunda vuelta, gran abstinencia e impugnaciones... Dios nos salve.

 

Proyecto   ( Solidaria e Idónea ) Aportes e interrogantes ciudadanos.  Número 035  del 2 de abril de 2003.    Francisco Alberto Scioscia .                                      
                 
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