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Los hombres,
dominados y dominadores, somos generalmente seres morales y transaccionales.
Necesitamos justificar nuestros actos, aún los más atroces. Creamos o no en
tales argumentaciones, las mismas logran tener independencia y ser
transmitidas al consenso colectivo que las aceptará o no. Así las guerras en
que se embarco el imperio americano en su historia, más allá del lobby que
habrán ejercido las industrias bélicas norteamericanas por siempre, o como se
dice los industriales norteños ávidos de mano de obra barata negra,
tuvieron que ser justificadas por la lucha por la libertad humana
(políticos y empresarios), más allá de sus intereses. Mayoritaria e
históricamente, queda acuñado en las sociedades la lucha por la libertad, no
los negocios subyacentes que si disfrutaron los contemporáneos a tal guerra,
ratificando el bien de luchar por la libertad. Difícilmente se produzca un
blanqueo social de tal sustrato, como justificar coherentemente que se actúe
en Kosovo en aras de los derechos humanos y milésimas de segundo
después (en términos históricos... mejor nanosegundos) no se haga nada en Chechenia,
tan o más atroz el maltrato humano que en aquel país. Injustificable en
términos objetivos, pero lejano a los intereses de la sociedad americana
y contrario a los objetivos del gobierno. Otra justificación para omitir: de
eso no se habla ("no comment", casi un delator yanqui). O para los
neoliberales aceptar el libre comercio implica irreversiblemente, les guste o
no, la de libertad política. Así la
democracia y los derechos humanos no pueden estar fuera del imperio americano...
no les queda otra. Sería mucho más fácil retrotraer la
esclavitud en sus formas más puras, tienen el poder y los recursos para
hacerlo. Pero dependen de un mercado del cual ”viven" y que ellos mismos
han pautado a la libertad como el bien más preciado del mismo, por el cual han
muerto millones de seres en guerras, que incluye a sus compatriotas. Aludía
en manifestación ideológica del editor
que en estas contradicciones y tantas otras,
surgen las posibilidades de los no poderosos para lograr
espacios de poder. La desilusión del socialismo y los desarrollos derivados
de las doctrinas liberales, sus errores y aciertos deben ser capitalizadas en
beneficio de la sociedad en su conjunto. Los estudios históricos nos indican
que los dominadores tratan de fomentar la democracia en las organizaciones ¿
Tal política emergerá de un profundo análisis de costos o de su propia
concepción de manipulación posible? Tal disyuntiva oscilaría entre sofocar los efectos de la revolución francesa de
fines de siglo XVIII o disipar los mismos, utilizando sus beneficios secundarios
(clientismo/corrupción), legitimizando con democracias formales sus dominios en cualquier
organización social trascendente. Transar era más racional que utilizar la
fuerza, o ¿más económico? Siempre adherí a que las clases medias, que
adosan instrucción a sus recursos económicos, eran los portadores de ese
mandato de libertad y justicia galo, aun independiente de los
bienes materiales que podrían inclusive perder ( la clase "tubo" nativa),
no así ese mandato cultural internalizado en la misma que da garantía a las
democracias. La complejidad del mundo actual implica la utilización del
conocimiento que también posee esta clase media. Desgraciadamente para los
poderosos tal cognición excede a sus allegados, que si fuera posible cerraría
un circulo de poder perfecto, sustentado en la seguridad y la
incondicionalidad de resguardo de sus intereses... por suerte para
nosotros no les es posible, simplemente por volumen. Sumémosle que la
fiebre competitiva instalada en el mercado impide un dumping que
acuerde entre los grandes una lectura uniforme de los medios, maldita
globalización, cuyos intereses resultan contradictorios y generan baches
en tal ambicionada e imposible homogeneidad. Más aún si sus profesionales,
también integrantes de esa clase media,
hacen fiel designio de la libertad de expresión, que aunque con
rigurosas bajadas de líneas de sus patrones no siempre pueden imponer
o los pasquines independientes que rompen con tales pretensiones. Igual
influyen masivamente, pero en esos quiebres esta la posibilidad de revertir
tal ostentoso dominio, dado que quedan registrados en el imaginario
colectivo como puntos ciegos/incógnitas a dilucidar/reinterpretar en el
futuro. Además, no debemos omitir Internet. Más allá del actual uso sui
géneris de Hay otros elementos de mayor importancia:
el poder votar a sus representantes. Los políticos mayoritariamente también
forman parte de esa clase media y su conducta es transaccional entre las urgencias
de los poderosos y sus mandantes, de la cual el sector medio se transforma en
la voz de la sociedad y parte activa del voto. La tendencia implica un
engrosamiento de ese sector vía servicios, frente a los obreros y marginales
mermados por tecnología, no solo del dinero sino de su poder ciudadano, al
"autoexcluirse" en las contiendas electorales al no ser en
muchas obligatorio el voto. De hacerlo no resultaría controlable, ni para los
poderosos ni los políticos actuales - general y mayoritariamente-
conniventes con ellos fuere la causa que fuere para ello (léase avidez y/o
mediocridad) ¿ Fraude o fuerza? Se
sacaran la careta o transaran ante tal realidad, cuando los políticos
representen realmente los intereses de sus mandantes. Necesitan de su oponente
consumidor-intelecto, solo transar.
Esto por ambas partes. Cuando más inteligentemente actuemos, más avanzaremos.
Aquella esta de nuestra parte. Gracias a Dios, los ricos no son más
inteligentes. Si así fuera se cerraría el sentido de la historia y Fukuyama
tendría razón... Que se necesita capitales y eso es
imposible de omitir. Ni duda, pero estudios indican que el crecimiento de los
fondos de jubilaciones y pensiones es sostenido - también la clase media
talla fuertemente en ellos con sus aportes- representando una fuente de
inversión considerable en el actual mercado económico-financiero. La libre
disponibilidad de los mismos de cada uno de sus dueños (léase Ud.) sería
una herramienta poderosa para crear AFJP que respondan a los intereses de los
trabajadores y no del capital económico-financiero que corta o largamente se
tornara contra ellos mismos. La creación de organizaciones recaudadoras
de aportes para el estado de pasividad futura, que utilizando toda la
parafernalia técnica actuarial desarrollada por el neoliberalismo, para
orientar esos fondos a emprendimientos productivos para su propio beneficio
como ciudadanos/consumidores (son los mismos, escindidos arbitrariamente), serán
los primeros negocios sociales. Capital económico y know necesario. Es decir estos negocios sociales
implican: interés general, masividad, mediano y largo plazo y la racionalidad
en la utilización de los recursos humanos, físicos y tecnológicos alcanzados
por la sociedad a través de sus miembros, priorizando sus propios
beneficios. Estas empresas requerirán los mismos patrones que los
actuales: racionalidad en la administración de sus múltiples recursos y
rentabilidad, básicamente. Deberá agregarse algún tipo de coparticipación
equitativa con sus trabajadores, para que no tengan que hacer como que se
ponen la camiseta de la empresa como se le demanda actualmente, sino
hacerlo concientemente dado que es su propio interés individual y de la
sociedad (ser, no parecer). Algún tipo de control externo en su diseño - podrían
ser las AFJP sociales- y
mantenimiento de ese nivel de productividad proyectado, sea estatal y/o
social combinado (gremios, superintendencias, etc.). En fin nada nuevo. El
máximo gurú viviente P. Druckers propugnó en posguerra un modelo de
coparticipación/cogestión empresaria-trabajadora, en una suerte de cooperativa acotada, no
resultando por diversas causas. Y tal control esta vigente en el modelo
renano/alemán ( la empresa como bien social). Cuando esa clase media deje de
estar embargada en los parámetros de consumo internalizados por los medios y
comience a vislumbrar que es un pésimo negocio refugiarse en el
individualismo, que le genera confort material pero no calidad de vida
(temor, ansiedad, estrés, paranoia, etc.). Que el desarrollo social tiende a
agigantar la brecha entre ricos y pobres/marginales y que nadie esta exento
de engrosar esta ultima por diversas causas (edad, accidentes, nuevas
tecnologías, enfermedad, desempleo, etc.). Que la solidaridad no es un
estado de bondad con los otros, sino un negocio equivalente al concepto de
seguro en el medio económico-financiero actual, cuya prima es la acción
solidaria sin costos monetarios: hoy te toca a ti en desgracia, mañana a
mi, siempre que pongamos todos por siempre. Pretender el "amaos
los unos a los otros" puede ser deseable para algunos, pero es
ilusorio, mejor seamos prácticos,
rijámonos por: "no hagas a otro lo que no te gustaría que
te hagan a ti". En fin, como dicen los franceses, llevar en dos canastas
los huevos por si uno tropieza, salvando una al caer. Mi propuesta, mínima /
superable, esbozada en la construcción
de una red socio-tecnológica informativa, e intelectual de integración
multidisciplinaria, en donde volcar los conceptos adquiridos/ejercitados al
servicio de la comunidad respectiva, con múltiples aplicaciones ulteriores
que redundaran en nuestro propio beneficio. Las mismas herramientas que nos
permitirán que no perdamos todos los huevos (sin eufemismos, disculpen
el machismo consecuente inintencional). Los microemprendimientos que pueden
generarse como negocios sociales, acordes con las modalidades laborales
actuales, el devenir en una organización socio-política basada en la solidaridad
e idoneidad, serán ejemplos de convencimiento. Con declamar poco se
hará. Los intelectuales debemos hacer honor a los orígenes de su
denominación, interrelacionando: reflexión y experimentación. Si no
seremos como dicen: perros guardianes del poder (ración asegurada) o
comer de las migajas de estos, insertos en los repliegues del sistema (ración
posible). Definición acertada aquella, ya que nos vincularía más a los
animales que a los humanos...
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